En los últimos años, los verdaderos auriculares inalámbricos han ocupado la atención del audio inalámbrico, pero esta no es la única tecnología inalámbrica que merece atención. Los auriculares de conducción ósea ocupan un área especial, especialmente adecuados para deportistas al aire libre y ciertas personas con discapacidad auditiva.
Los audífonos de conducción ósea no activan la membrana timpánica cuando las ondas sonoras viajan por el aire, sino que evitan el oído medio y vibran a través de la mandíbula.
La tecnología de conducción ósea se originó a partir de audífonos, y su historia se remonta a la década de 1920, cuando Hugo Gernsback inventó Osófono (un audífono de conducción ósea).
Hoy en día, el audio de conducción ósea ha superado los campos de la salud y la medicina y se ha convertido en una excelente herramienta para los deportistas al aire libre. Debido a que los auriculares pueden liberar la audición del oído, el oyente no ignorará los cambios en el entorno circundante, lo cual es muy importante al correr o caminar al aire libre.
Los audífonos de conducción ósea hacen vibrar continuamente los huesos, transmitiendo así ondas de sonido a través del cráneo del oyente. Más específicamente, el sonido viaja directamente a la cóclea a través del cráneo, evitando la membrana timpánica, el martillo, el yunque y el hueso. Luego, la cóclea mueve los diminutos vellos (estereocilos) dentro del Corti. Este movimiento fluido desencadena una serie de reacciones químicas que hacen que los neurotransmisores estimulen el nervio auditivo. Una vez que se envía un impulso desde el nervio auditivo, se transmite al cerebro, que interpreta esta información como sonido.